jueves, 2 de mayo de 2013

EL GOLPE DE ESTADO

Según, Rojas. El 19 de abril de 1810 fue sin duda alguna un golpe de estado, comandado por la oligarquía criolla en contra de las autoridades españolas que representaban al reino ibérico. Esta es una lectura sencilla del complejo panorama social, político y económico que manejaba Venezuela para esos años. Constituida en Capitanía General, nuestro territorio estaba integrado por un conjunto de provincias poco importantes para España. 

(cp.cit) La noche del 18 al 19 de abril, los complotados se reúnen en la residencia del médico José Ángel de Álamo. La idea era aprovechar que el Jueves Santo el Capitán General Emparan debía asistir con el Cabildo a la Catedral para las ceremonias religiosas, momento que aprovecharían para invitarle a una especie de cabildo abierto, donde los criollos plantearían formar una Junta de Defensa de los Derechos de Fernando VII.El Presidente del Cabildo Llamozas convoca a la reunión a las 8 de la mañana. Emparan cae en la trampa y asiste desprevenido.

(cp.cit) Cuando comenzaba a caldearse el ambiente, se va, alegando que a las 9 am comenzarían los oficios religiosos. Cuando llegaba a la puerta de la catedral Francisco Salias lo detiene, conminándolo a regresar al Cabildo, porque "está en juego la salvación pública". Ante tal irrespeto, la escolta militar trató de arrestar a Salias, pero el capitán Luis de Ponte, siguiendo instrucciones del Inspector General Fernando Rodríguez del Toro (comprometido en la conspiración) no lo permitió. El Alférez Feliciano Palacios Blanco intervino para convencer a Emparan y así, regresaron a la reunión del Cabildo.

(ct.cit) En la discusión a favor y en contra de la constitución de la Junta ya actuaban elementos separatistas, que decían que el Capitán General no debía presidir ni formar esa Junta. En realidad lo que querían era que sólo los criollos la integraran y así, tomar las riendas del gobierno colonial.El canónigo chileno José Cortés de Madariaga, era uno de los partidarios de la independencia absoluta. Sin llegar a ningún acuerdo en la acalorada discusión, Emparan decidió consultar a la multitud que se agolpaba en la Plaza Bolívar -y que ya estaba informada de lo que se planteaba dentro del Cabildo-, si querían que continuara al frente del gobierno local. 



 (ct.cit)Emparan se asomó al balcón y la multitud, sorprendida por la radical pregunta del Capitán General, al principio comenzó a opinar positivamente, hasta que detrás de Emparan el dedo del padre Madariaga hizo la seña que cambiaría para siempre la historia de Venezuela. Así describió su defenestración el propio Emparan, en carta al Ministro español Luis de Onis: "Me levanté de mi asiento y asomándome al balcón dije en voz alta:


(cp.cit) Si era cierto que el pueblo quería que yo dejase el mando, y los que estaban más inmediatos y a distancia de percibir lo que se les preguntaba, respondieron: "No, señor, no", pero otros más distantes a quien los revolucionarios hacían señas del balcón porque no me podían oír, y era sin duda de la chusma que tenía pagada, dijo que sí: y sobre este sí de un pillo, los mantuanos revolucionarios me despojaron del mando, obligándome a que le transfiriese al cabildo, que hizo cabeza de la rebelión, por más que protesté la nulidad del acto pues no estaba yo autorizado para renunciarlo".

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